El fenómeno, que se produjo entre el 6 y 7 de abril, ocurrió cuando el lago Cachet-2, de cinco kilómetros de largo por uno de ancho, se vació completamente por gran orificio o túnel de 8 kilómetros por debajo de un glaciar hacia el río Baker, en la región de Aisén, a unos 2.200 kilómetros al sur de esta capital.
Las aguas inundaron el valle y el río Baker, pero como la zona está deshabitada no provocó víctimas.
Casassa agregó que el pequeño lago Cachet-2, en Campo de Hielo Norte, ya había recuperado el martes su nivel normal luego de haber vaciado unos 200 mil litros de agua, según le informaron las autoridades gubernamentales.
Causa. Casassa señaló que «la causa fundamental es un fenómeno episódico que en verano se produce por los deshielos y llena los lagos. La presión del agua hace que se escurra por túneles».
La laguna se origina en el glaciar Colonia, por debajo del cual escurrió el agua y que en los últimos 50 años ha retrocedido 2,5 kilómetros.
El glaciólogo apuntó al calentamiento global como causa de fondo de este fenómeno, que por segunda vez se produce en Chile en un año. En junio del año anterior, en la vecina zona de Magallanes, en el extremo sur, no muy distante de la zona del lago Cachet-2, se produjo también el sorpresivo vaciamiento de la laguna Témpano.
«Este año las altas temperaturas gatillaron seguramente el fenómeno», indicó.
En la región, donde suele llover mucho y las temperaturas son bajas, se registraron durante el verano temperaturas de hasta 30 grados, que son absolutamente inusuales.
Cambio de lugar. Casassa manifestó que últimamente, producto del calentamiento global, el fenómeno es común en los Himalayas, pero que en el siglo pasado también ocurrió en localidades andinas del Perú.
La situación de la laguna Cachet-2 fue revelada por el explorador estadounidense Jonathan Leidich, quien recorría la región y se encontró con la sorpresa que la laguna había desaparecido. Leidich, que administra una empresa de turismo aventura en Aisén, sobrevoló la zona e informó a las autoridades.
El escurrimiento de las aguas del lago concluyó el martes cuando las autoridades gubernamentales le informaron a Casassa que las aguas habían vuelto y el Cachet-2 ya había recuperado su cota normal.