El Chaltén está ubicado en la margen norte del lago Viedma, en la confluencia de los ríos De las Vueltas y Fitz Roy, en el área de Reserva Nacional Zona Viedma del Parque Nacional Los Glaciares.
En este paraje se combinan la magia de los glaciares, lagunas escondidas, estancias de rica historia, el lago Viedma (que es el tercero más grande de Sudamérica) y la magnética presencia del Fitz Roy. La cima de su silueta inconfundible e imponente, se encuentra casi siempre cubierta por una nube que los tehuelches confundieron con humo, error que dio origen al nombre aborigen del cerro, ya que Chaltén significa «montaña que hecha humo». El pueblo cuenta con alrededor de 2000 habitantes estables y dista de El Calafate 215 km por las Rutas Provincial Nº 11, Nacional Nº 40 y Provincial Nº 23.
«Este era el mundo de los sueños
de mi infancia: espacio sin límites
y tierras sin dueño.»
Andreas Madsen
El Chaltén se encuentra contiguo al lago Viedma. Es un centro de la actividad de trekkers y montañistas de todo el mundo por lo cual ha sido declarado «Capital Nacional del Trekking».
El Chaltén fue fundado en 1985, por Ley N° 1771/85 de la legislatura de la provincia de Santa Cruz, fijándose su fecha de creación el 12 de Octubre de 1985, constituyéndose en el pueblo más joven de la República Argentina. Fue concretamente poblado desde el año 1987 y ha crecido vertiginosamente en población e infraestructura desde entonces.
Primeros pobladores
En 1877, el perito Francisco Moreno en una expedición de exploración por los lagos Argentino, Viedma, del Desierto y San Martín, divisó un cerro, el Chaltén, al que llamó Fitz Roy en homenaje a este explorador de las costas magallánicas (Capitán del Beagle, nave que transportó a Charles Darwin a la Patagonia).
A fines del siglo XIX, nuevamente al mando del perito Moreno, se realizó otra expedición a esta zona con el fin de marcar las líneas limítrofes con Chile. Este grupo estaba formado por nórdicos y alemanes, habituados al clima riguroso de estos confines del mundo. Ellos fueron los pioneros del lugar, fundando las primeras estancias alrededor del Lago Viedma junto a varios inmigrantes provenientes de distintos lugares de Europa, que inicialmente arribaron a Punta Arenas y luego por el paso de Ultima Esperanza pasaron al continente, se instalaron a fines del siglo XIX y comienzos del XX en la zona aledaña a El Chaltén.
El primer poblador de la región fue Fred Otten, siguiéndole luego las familias Ramstrom, la Flía. Halvorsen, Rojo de España, Madsen de Dinamarca, Martín Bjerg, Alberto Wittwer, Jean Henriksen, José Pérez Rubio, Wittwe y Mac Leod, todos portadores de un sueño de progreso común, desempeñándose en diversas tareas como la cría de ganado ovino. Hoy recuerdan su epopeya, las calles de El Chaltén que llevan con orgullo los nombres de estos pioneros, para quienes el arraigo en la región fue duro, hasta a veces violento, ya que debieron enfrentar distintas adversidades como el idioma, la falta de dinero y la lucha constante con las grandes sociedades anónimas.
Después se realizaron otras expediciones a El Chaltén. Una de ellas, al mando del salesiano Alberto de Agostini, que llegó por un alto valle hasta el hielo patagónico.
En 1937 se creó el Parque Nacional Los Glaciares, en el que quedaron integrados el Cerro Torre y el Fitz Roy, (límite septentrional del Parque).
Después de haberse explorado cada rincón de estas tierras, nacía un nuevo desafío: conquistar estos dos cerros. Eran imponentes y no sería fácil escalarlos. Tras algunos intentos desafortunados, una expedición de alpinistas franceses llevó a dos de sus hombres, Lionel Terray y Guido Magnone, a la cumbre del Fitz Roy en 1952; y en 1970 el italiano Maestri, supera las dificultades rocosas del Cerro Torre.
Extraído de apuntes varios de Patricia Halvorsen